8 a.m. en Amancay. Todo sigue igual, como cuando estaban los 10 en la misma. Corridas, vianda, plata, medias que siempre aparecen impares, baños que siempre están ocupados, imprevistos, ascensores que suben y bajan cuando tienen que bajar y subir....
Hoy se agregó otro incidente: foto con la camiseta de rugby del IESE que le mandó el padrino. Ya se ve que la sonrisa no le cabe entre las orejas. Del peinado mejor no hablemos. Pero seguro que la llevará a la próxima hamburguesada con sus secuaces malandrines. Es un trofeo importante, particular y difícil de encontrar otro por estas costas.
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Total, que los hermanos disputan si se la merece o no. Para sacársela, obviamente. Pero los padres opinan que sí, se la merece ampliamente. Muy buena idea Eduardo!
2 comentarios:
Soy madre de jugadores de rugby, esa camiseta es preciosa pero está demasiado limpia y si no se corta el pelo, se lo arrancaran en una melee
Un saludo muy cariñoso a la gran familia
Gracias María Jesús por el comentario. Me dice el enano que igual el no se va a cortar los pirinchos porque el no forma en el scrum.
Pero no te preocupes, yo se los cortaré, que todavía en eso me hace caso.
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