Ocurrió el sábado pasado en la cancha de Old Christians. El equipo del Monte, dominó ampliamente al melindroso rival durante toda la primera mitad del encuentro. Técnica, precisión, espíritu de equipo, gran habilidad personal y colectiva. El balón siempre en su poder. Salvo en cinco oportunidades en que estuvo dentro de su arco. Culpa del juez que atendía su celular y contestaba mensajes de texto sin prestar atención a las chanchadas del rival que se hacía el oso o el chancho, como prefieran, que a los efectos del tanteador, da lo mismo..
En el entretiempo no se sabe lo que les dijo el entrenador. Pero parece que fueron cosas feas. Tiene fama de intolerante.
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Entonces volvieron al campo de juego. La estrategia continuó con una leve variación denominada FCF (full contact football). Los niños querían mostrarles los tapones a los adversarios a la altura del gaznate. Pero resulta que el melindroso rival era también estudioso del FCF. Con lo que, además de introducir otras cinco veces el balón en el arco de Monte VI -aprovechando nuevas distracciones del idiota del juez- dejaron varios ojos negros. Es justo decir que el ojo negro de la foto fue contra una nariz del contrario que quedó sangrando al borde de la cancha.
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En suma, el 10 a cero fue sobre todo culpa del viento en contra -cambió de dirección en el intervalo- de la incapacidad del juez y de los aviones que pasaban tirando sobres de figuritas del mundial para distraer a los galácticos del Monte, que como son muy sobrios, se abstienen de comprarlas en el quiosco. Así no vale. La culpa es de Algorta que no fue a gritarle soezmente al juez, como es habitual en él.
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