Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los arzobispos metropolitanos que acaban de recibir el palio, como signo de unidad con el Sumo Pontífice; a sus familiares, así como a los sacerdotes, religiosos y fieles diocesanos que les acompañan. En este día, celebramos el martirio de los apóstoles san Pedro y san Pablo, que en esta ciudad de Roma dieron su máximo testimonio de amor a Cristo. Os invito a todos, queridos hermanos, a seguir su ejemplo para que, cada vez más unidos al Señor, sepáis dar en vuestra vida abundantes frutos de santidad y apostolado. Que Dios os bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario