Nuestro homenaje al queridísimo Cardenal Alfonso López Trujillo. Cómo no recordar su visita a Millán, con Peco enfermo y Joseto llevándole las novedades a su cuarto, de lo que estaba pasando abajo.
Pero sobre todo el recuerdo asociado a los años pasados colaborando en el Consejo Pontificio para la Familia, del cuál fue Presidente luego del también recordado Cardenal Edouard Gagnon. Gracias también a Don Alfonso por acercarnos a Juan Pablo II. Y por el detalle, un 23 de marzo de 1994, de facilitarnos las cosas para poder rezar en la Iglesia Prelaticia del Opus Dei ante los restos de Don Alvaro Del Portillo. ¡Qué Dios se lo pague!
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