Tía y madrina. Con razón pusiste esta foto en tu perfil fb! |
El agua estaba muy fría. Yo ya me había secado y vestido (je,je) |
Con paso solemne por el claustro del Paular. |
De vuelta de Mave a Madrid, nos encontramos con Teresa, Egu y los nietos en Rascafría. En plan pic-nic, pasamos una tarde estupenda. Eduardo se dio un chapuzón y dio fe, como se verá a continuación de que el agua estaba fría.
Después, siguiendo para Madrid, nos detuvimos en el monasterio del Paular. Aprovechamos a cambiar a los bebes ( a Lorenzo sobre el espolón del auto). Y una constatación trascendente: las toallitas húmedas no solo les limpian el culete sino que además sirven para sacar un rayón inoportuno de la puerta del auto alquilado.
El sitio elegido fue Rascafría. Salimos el 27 de junio, sábado -a las 3.30, como precisaba José Ramón con exactitud en su diario- en un autobús de línea. Llegamos al lugar -eran otros tiempos y otras velocidades- cerca de las siete de la tarde. Nos dirigimos a un lugar situado junto al río Lozoya, que discurre cerca del Monasterio del Paular y allí acampamos. Antes, fuimos a ver al párroco del pueblo vecino, que se alegró al saber que un grupo de universitarios deseaba asistir diariamente a su misa, y acomodó de buen grado su horario para que pudiéramos llegar a tiempo por la mañana.
Se ve querido Peco, que el perderse en estas actividades viene de antiguo!
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