No hay dudas de que los Reyes Magos se las entienden con los niños. Y no les importa mucho lo que piensen los papás. Así que a los llantos de Josefina, se agregó en cierto apartamento de BCN un xilofón, en el que Lorenzo desarrolla sus aptitudes musicales, la paciencia de sus papás y abuela y los nervios de sus vecinos. Parece que además, los otros abuelos de MVD, amenazaron con llevar un bombo legüero cuando vayan a conocer a la Jose.
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