El Papa, en una plaza de San Pedro vacía y lluviosa, se dirige para impartir la bendición Urbi et Orbe. Una imagen de una simbología impresionante.
Para todos los hombres de buena voluntad agobiados por la pandemia del Covid-19, el Papa imparte de manera extraordinaria la Bendición Urbi et Orbe desde la puerta de San Pedro. De manera ordinaria, sólo la hace por Pascua y por Navidad.
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