Inolvidable.

Notable imagen de archivo.  En ella apreciamos los trabajosos intentos de un niño de Prep por ponerse la túnica. Miren el bow window de aquella clase en esos años en Monte VI.  Seguramente la foto es de antes de que se construyera la casita nueva.  Además parte de la camisa se ve por debajo del buzo.  Vaya uno a saber como quedaron las mangas.  Tipo chaleco de fuerza.

Luego, obsérvese la mirada amenazante y los recordados manchones colorados en los cachetes.  ¡Qué niño picarón!  ¡Qué espíritu creativo!  ¡Qué criatura con inciativa! ¡Qué infante travieso!

Vamos, ¡un verdadero tunante!

¡Pobres padres!  ¡Pobres maestras!  Pero finalmente, como diría el director del colegio del Petit Nicolás, logramos alejarlo del camino que lo llevaba al "cachot", o para los conocedores del lunfardo tanguero rioplatense, "la gayola". 

Orador orate.

¡No tiren bombas!, grita el orador, un inefable diputado del Partido Nacional allá por los años 90.  La pieza oratoria no tiene desperdicio. El político, famoso por tomar vino en taza de té en las sesiones de la cámara y otras linduras, no deja pasar ninguna oportunidad de decir disparates.

Personalmente, me hace acordar a cuando acompañaba a mi padre en las campañas políticas allá por fines de los 60.  Y ahora, cuando Jorge me lo pasó, no podía parar de reirme.  Parece un cuento de Landriscina pero es verdad. Para ser sinceros, no es el único ejemplar ni creo que esté en peligro de extinción, dado como vienen las cosas en el país.  Con el atenuante que "Alma" me hace llorar de risa y los actuales herederos de este estilo me hacen llorar de lástima.  Empezando por Pepe, claro está, su máximo exponente en ordinariez.

Además es una buena ocasión para reivindicarme con los lectores, luego de tantos días sin escribir.