Leyendo.

Leyendo un libro de J.L.Olaizola sobre la vida de Juan XXIII, me encontré con esta antigua bendición irlandesa que me pareció estupenda y apropiada, dados nuestros actuales lazos con la tierra de San Patricio:

Que la tierra se vaya haciendo camino ante tus pasos,

que el viento sople siempre a tus espaldas,

que el sol brille cálido sobre tu cara,

que la lluvia caiga suavemente sobre tus campos y,

hasta tanto volvamos a encontrarnos,

que Dios te lleve en la palma de su mano.

Es más larga, y en una parte dice: "que la fortuna de los campos argentinos te abrace". Nos la podemos aplicar también en nuestras tierras. Y pensar tantas cosas. Sobre todo de la responsabilidad de los KK y otros de su calaña.

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Pero sobre todo, una forma de querer más a este pueblo irlandés, tan hospitalario con nuestro físico nanoparticulero.

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Y vaya también para todos nuestros lectores.

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