viernes, 28 de marzo de 2008

Lucía.


¡Muchas felicidades Lucía!

Debe haber estado muy contento el Obispo de Argelia con la celebración.

¿Qué tal te fue con el sopapo? En nuestras épocas, el Obispo tomaba carrera, y si se te movía la cara, volvía a empezar. Hasta que no se te moviera. Lo cual ocurría cuando se cansaba. Por suerte nosotros lo agarrábamos cansado. Con nuestro apellido siempre estábamos al final de la fila para todo, también para la Confirmación. Además esa es la explicación de por qué tenemos mal carácter. Si no tendríamos buen carácter. Eso tranquiliza la conciencia, ¿verdad?..

Espero que tu Evêque no se tome en serio este chiste y empiece a ponerlo en práctica, porque se quedará sin clientes.

4 comentarios:

Militos dijo...

Lo del sopapo fuerte también lo hacían en España. Ahora es una caricia.Tiene gracia lo de que con vuestro apellido siempre os toca los últimos, pues imagínate mis hijos con el Yáñez de su padre.
¡Felicidades a Lucía!

j.a.varela dijo...

Gracias Militos. Le llegarán tus felicidades a Argelia.

juan alberto.

Anónimo dijo...

Muchas felicidades, Luchi!!!! Hoy hace un día espectacular, pero tengo que preparar clases. Bua!!

j.a.varela dijo...

Gracias Nacho.

papá