Cuando ayer llegamos a la tarde, desde Montevideo, mamá había estado haciendo jardinería. Para documentarlo, está la foto del estado en que quedó la pala -de albañilería, como se ve- luego de la tarea.
Es que en nuestra familia, las mujeres son de temer. Son pocas, pero entre madre y dos hijas, han sabido mantener a raya, con holgura, al padre y sus ocho varones rugbistas.
¡Dios nos proteja de tanto amor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario