Resulta, queridos siuvers y queridos lectores todos, que en nuestra familia, Silvester Stallone por muy Rambo que sea, tendría mucho que aprender y además pasaría vergüenza.
Ale estaba esperando que Alela bajara de un edificio. Cuando llegó y subió al auto, se acercó un morochito y a continuación transcribo la crónica:
"Brava septuagenaria no se intimida ante una rapiña. Al ver que un malandrín, mediante la conocida artimaña de ¿no tenés una chapa valor? le arrebataba la billetera a su esposo, que la esperaba sentado en el vehículo, la venerable señora de iniciales O.A.R. de V. saltó ágilmente por la ventanilla y largó a correr detrás del ladronzuelo. Testigos relataron que mientras corría gritaba: ¡Ay mamita, si me agarra la viejita me mata!
Y no era para menos. O.A.R. de V. cuenta con antecedentes de haber espantado a más de un amigo de lo ajeno, con grave deterioro de la salud del ajenófilo, física, psíquica y lo que no es menor, de jerarquía entre sus colegas". Hasta aquí el parte, resumido.
Finalmente no le pudo dar caza. Dice que porque estaba algo distraída pensando en todo lo que le iba a decir a su maridito cuando volviera al auto. Por esta vez se salvó el ajenófilo.
El que no se salvó fue el Alelo. Creo que aquello de: ¡querida, te va a hacer mal para el corazón!, no tuvo andamiento.
2 comentarios:
Increible. Llamo hoy de noche a los Ales. Pobre malandra, lo habran internado en el Vilardebo? Con la Alela salen perdiendo seguro...
Gracias Nacho. Creo que se tiró abajo de un tren, pero como ya no hay, no le pasó nada.
papá
Publicar un comentario