jueves, 31 de enero de 2008

Retornos.

Comenzaron los retornos de las vacaciones. Y el primero es Carlos. Luego de un viaje bastante largo en ómnibus desde Asunción, ya está de nuevo en la escribanía. Su compañero de asiento era nada más y nada menos que el P. Pedro Ferrés, que lo primero que hizo al sentarse fue preguntarle de si sufría de los mismos males que su hermana Pelay. Quedó tranquilo cuando le dijo que no, aunque más o menos. Es que los problemas de Pelay con autos, aviones y todo lo que se mueva, han trascendido fronteras. Aprovecho a recordar a Siola, el chofer de Charo, que con tanta paciencia la venía a buscar todas las mañanas, a sabiendas del triste destino que le esperaba. Al igual de muchos autos del Prado. Para que no quede como un enigma, los invito a pinchar acá

3 comentarios:

maria jesus dijo...

No lo entiendo bien ¿se marea?

j.a.varela dijo...

Lo has entendido muy bien. Pero que quede en familia. De lo contrario nadie querrá llevarla a ningún lado.

juan alberto

Cristian dijo...

Es que los aviones no a todos les hacen bien. A mi mamá le cayó pésimo el viaje a B. Aires el año pasado. Bendiciones.