viernes, 18 de enero de 2008

Naturaleza angélica.


Aquí estamos con Elaisa en Pilar (R.A.) hace un par de meses. Un buen amigo que la conoce y aprecia, me dijo que mi esposa era angelical. Es decir de naturaleza angélica. Y me explicó que no es porque tuviera plumas ni fuera incorpórea (sin sarcasmos, lo aseguro). Sino porque cada ángel, agota la especie en sí mismo. Y es verdad. No hay otra igual. No sólo por la cacería de mosquitos con aspirador a medianoche, ni la pala de albañil rota. Ahora me adivina las personas que están al otro lado de la computadora apenas le paso algún dato. De Don Joan Carreras (pincharacá), se acordaba de anécdotas de hace 15 años, de una estupenda pintora chilena María Cristina Ortiz (pincharacá), como si la conociera de toda la vida... Bueno, que no es Secretaria General de las Naciones Unidas por el famoso tema de la conciliación familia-trabajo. Pero ya le llegará el turno.

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