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La Santa Sede colgará en los próximos días un perfil del Pontífice, y a partir del 24 de mayo será posible intercambiar con él mensajes, postales virtuales, y acceder a sus discursos. Pues me parece muy bien.
La iniciativa, titulada “El Papa se reúne contigo en Facebook”, se integra a su vez en la nueva página pope2you.net (pinchar acá) , que busca promover en la red la cultura del diálogo, del respeto y la amistad.
No es superfluo recordar que Benedicto XVI se quejó muy amargamente del retraso tecnológico de la Santa Sede en materia de comunicación e información, después de descubrirse que uno de los obispos lefebrianos a los que levantó la excomunión había puesto en duda el holocausto, un dato que figuraba en Internet, al alcance de cualquiera con una búsqueda elemental.
El Papa está en Facebook, ha animado a los jóvenes a evangelizar el “continente digital” de los nuevos medios, pero también ha advertido sobre la posible banalización de la amistad.
No hay que confundirse. La amistad, “una de las riquezas más grande que puede tener el ser humano”, consiste en algo más que aparecer en la lista de otro en Facebook. Y también ha comentado Benedicto XVI que sería triste que el deseo de establecer vínculos on line pueda limitar la disponibilidad para la familia, los vecinos y las personas con las que coincidimos cada día. Es más: un deseo compulsivo de conexión virtual provoca que la persona se aísle.
Yo voy a hacerme amigo del Papa en Facebook. Espero que me acepte.