domingo, 14 de febrero de 2010

14 de febrero



Hoy los teléfonos, skypes, y otros artilugios comenzaron temprano en casa. Hasta Teresita, la de Arboleda, fue de las primeras en llamar. Claro, es que la "mamma" festejaba los 80 años... de la sección de mujeres del Opus Dei. Y con ella todos. Con preparativos que empezaron hace varios días. Desde el vestido hasta los collares, caravanas, zapatos y faltaría más, lo que llevarían para comer en la tertulia. Además de múltiples coordinaciones telefónicas. .

Aviso al público lector, que la vida espiritual no está reñida con el humor, muy por el contrario. Como ejemplo ya saben la anécdota:
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Llega la Virgen del Rocío y le dice a la Virgen de Montserrat: "mira a mí, me sacan de la iglesia, me pasean, me dicen cosas bonitas por los campos, las calles... y tú, fíjate como estás, siempre ahí metida, oscura y nadie te saca por la calle".
A los pocos días, vuelve la Virgen del Rocío y otra vez vuelve a remarcarle: "Anda... que vaya vida que tienes, nadie te saca a pasear, no te vitorean, no te piropean, no te sacan al sol, no te da nunca el aire y a mi si, y fíjate mis vestidos, cada día uno nuevo..."
Así, un día y otro. Pero al final, el Niño, harto ya de oír a la Virgen del Rocío, le dice a su madre "¿Mare le tiro con la bola?"
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Total, que como es obvio, nunca estuve en una meditación de un centro de mujeres de la edad de la que me tocó en la vida, ni de ninguna otra. Pero puedo imaginármela. Algo deben de tener de parecido con los cines de mi niñez y juventud. Al menos en los días de fiesta. Allí el personaje (no "El Personaje", que la debe pasar divertidísimo y conmovido) no es el sacerdote que predica lo que buenamente puede, sino la Sra. de la bandeja. Porque pienso que debe haber una -con una bandeja con lucecita como el caramelero de las matinées- que pasa entre las asistentes ofreciendo pequeños bocadillos, chocolates, alfajorcitos, bombones rellenos de licor, y tacitas con tés de diferentes gustos, sobrecitos de Sucaril, y como detalle de la casa, abanicos y una copita (apenas un dedal) de licor.
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Y ellas que saben agradecer, se miran y se sonríen unas con otras, con un punto de admiración por los modelos, se pasan fotos de los nietos para encomendar mientras tanto, y se hacen pequeñas preguntitas en voz baja o no tanto, para saber de qué va lo del sacerdote, que sin duda debe ser interesantísimo. Alguna incluso le pasa el lápiz de labios a la otra, que con los apurones quedó un tanto “asimétrica”. Mientras que otra, sigue intentando con el condenado lente de contacto del ojo izquierdo que se lo puso mal en la corrida y no sabe si está en el ojo, en el párpado o en la nariz. Mientras las de su alrededor, solidarias con la situación, le piden la linternita a la caramelera para ayudarla a encontrar el famoso lente.
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El cura es la imagen misma de la resignación y la impotencia. ¡Dura su vida!. Trata un recurso de oratoria, sube o baja la luz, pone el micro al máximo, intenta hacer como que se va, habla un poco en inglés a ver si alguien se da cuenta, hasta que al final, le chista discretamente a la de la bandeja y pide un café con una masita de dulce de leche. Como son muy buenas, varias se levantan a la vez para ofrecerle azúcar o Sucaril, le recomiendan unos alfajorcitos de maizena imperdibles y sin coco en los bordes porque saben que al cura no le gusta. Alguna más confianzuda, ya aprovecha a preguntarle por su sobrina, la que estaba de encargue pero había tenido que estar a reposo. Y otra le pide que encomiende a su hijo, que la chica que le gusta a él no le gusta a ella y que ella sabe lo que le conviene porque para algo es ella.

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Al fin, el pobre cura se levanta en silencio, hace la genuflexión y mientras se retira sin que nadie se dé cuenta, siente desde el Sagrario una voz cómplice y comprensiva:

- No te preocupes, Mamá estaba en la segunda fila a la izquierda y la pasó en grande. Fue la que pidió la copita de Bayleys y le metió el dedo en el ojo a la del lente de contacto que pegó un gritito.

1 comentario:

Elaisa dijo...

Pá, estás loco.
Pero lo del alfajor no estaría mal.