Harold Abrahams y Eric Liddell son dos atletas extraordinarios, uno judío y otro cristiano, que han nacido para correr. Pero ambos tienen objetivos diferentes, familia e ideas distintas, aunque tanto uno como el otro quieren competir en las Olimpiadas de Colombes, 1924 y ser los mejores. Admirable resulta el afán de superación de los muchachos, uno que se lo dedica a Dios y el otro que se lo toma como un orgulloso reto personal, para asegurarse su plaza en la Universidad de Cambridge.
Para animarlos a verla de nuevo. Y de premio para Jorge, que está empezando a correr "en serio".
La banda sonora de Vangelis, como diría Carloncho, sin palabras.
viernes, 8 de febrero de 2008
Carros de fuego (final)
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