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"Come on, Dover, move your bloomin' ass!"
¡Gus, stay hungry and foolish!
Tomamos de nuestro recomendado "La iglesia en la prensa" ( pinchar acá ) este artículo sobre el actor y director italiano Begnini.
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El actor y director italiano Roberto Benigni –premio Oscar con su “La vida es bella” -es un personaje singular. Políticamente de izquierdas (es famosa su foto con el entonces secretario del Partido Comunista Italiano, Enrico Berliguer, en brazos), no tiene, sin embargo, una mentalidad cerrada a la trascendencia, como parece ser “obligado” según un cierto modo de entender la política.
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Todo esto viene a propósito de una entrevista publicada por Il Giornale de Milán, donde Benigni se refiere al impacto que le provoca el Evangelio. “¿Cómo no quedar fascinado por la figura de Jesucristo? Se lee el Evangelio y se pregunta uno ‘¿quién es este?’
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Yo lo leo por gusto, leo también otros libros de la Biblia, como el libro de la Sabiduría, pero es con el Evangelio con el que quedo hecho polvo, basta una línea de las parábolas. Tiene una fuerza espectacular, casi te pones de pie en la silla... Tiene dentro una violencia interior que te da alas. Una fuerza que te desbarata toda la vida. Porque te dice que siempre puedes recomenzar otra vez. Te pone en condiciones de que cada uno pueda hacer la revolución de sí mismo. Antes de que llegase Jesucristo, la relación con Dios consistía en el dolor y él ha tomado todo sobre sí. Para mí es desconcertante.”
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Benigni, en el fondo, es un poeta. Basta verlo recitar Dante (en televisión) para contagiarse de su emoción ante el amor y el misterio. Dice que para disfrutar de Dante no hace falta creer en Dios, pero sí conocer el cristianismo. Eso no es difícil, añade, pues “toda nuestra civilización es cristiana sin saberlo”.
La new born wreath que elegí no es tan linda como las de escarpines que les tejía Coca. Pero es que no pude encontrar nada similar. Y esta me pareció linda y práctica. Ya le mandaremos a Kevin un curso por internet de como cambiar pañales.
Harold Abrahams y Eric Liddell son dos atletas extraordinarios, uno judío y otro cristiano, que han nacido para correr. Pero ambos tienen objetivos diferentes, familia e ideas distintas, aunque tanto uno como el otro quieren competir en las Olimpiadas de Colombes, 1924 y ser los mejores. Admirable resulta el afán de superación de los muchachos, uno que se lo dedica a Dios y el otro que se lo toma como un orgulloso reto personal, para asegurarse su plaza en la Universidad de Cambridge.
Para animarlos a verla de nuevo. Y de premio para Jorge, que está empezando a correr "en serio".
La banda sonora de Vangelis, como diría Carloncho, sin palabras.
The von Trapp children singing "so long, farewell" to the guests.
Conocemos esta película con el nombre de "La novicia rebelde", "The sound of music" en el original. Con una joven y encantadora Julie Andrews, que se esconde en este fragmento detrás de la columna. Para el mejor de los recuerdos de todos. También de los más chicos, que siguen cantando en el colegio Do-re-mi y otras. Y con una mención especial para Felipe Trapp, que estuvo por acá hace un par de días. Aunque no estoy seguro de que cante tan bien como juega al rugby.
Para ver la letra de la canción pincharacá