La abuela Mónica, muy concentrada en el órgano con nieta Martina que trata de meter sus dedos. Pelay y Mechi con sus guitarras. Villancicos criollos y tradicionales. Pero las palmas para los andaluces que nos cantó Pelay. (Nos contaba que en Roma las inglesas se escandalizaban un poco del salero andaluz. Habrá que salarlas un poco porque no saben lo que se pierden)
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