Javi cada vez nos asombra más con su agudeza detrás de una lente. El espantoso edificio pantalla, que estropeó casi en forma irremediable la Plaza Independencia, no escapó a su cámara. Fruto de la arquitectura de los 60, padece hoy un desagradable sarpullido de aparatos de A/C que empeoran su ya lamentable aspecto. Y eso que fue construído en una época en la que existían a pocas cuadras edificios mucho más antiguos, con A/C central.
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Es una travesura de un ingeniero en ciernes para los arquitectos. Que muchas veces no son un mal necesario, sino directamente un mal.
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