En el dormitorio de Lorenzo -que gentilmente le prestó a sus abuelos- hay una repisa. Y allí quedó, esperando a que crezca un poco, el regalo que le mandaron los Ales. Que en materia de juguetes para niños tienen diploma "cum laude". Los Fisher-Prize de cuando Peco era chico, todavía existen y creo que no tendrá mayores inconvenientes en prestárselos a sus sobrino. Igual se lo preguntaremos. Mientras tanto, el infant ya tiene uno para estrenar.
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