30 años

La mejor foto para festejar los treinta años. Tiene ya unos 4 o 5 años, antes de que Pelay se fuera a Roma. Sabíamos que por bastante tiempo, no volveríamos a estar todos físicamente juntos. Si Dios quiere, para el casamiento de Teresa y Eduardo lo estaremos de nuevo. Mientras tanto ésta. Para festejar y dar gracias a Dios.

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Durante muchos aniversarios, Elaisa se vestía de novia. El pobre vestido de año a año iba perdiendo retazos. Bailábamos un vals improvisado y todos contentos. Los más chiquitos, que siempre los había, esperaban el espectáculo con mucha emoción. Aunque el vestido no le cerrara muy bien a Elaisa. Y el chaqué, más vale no pensar. Aunque como éste viene y se conserva desde el casamiento de mi abuelo, tiene gran facilidad para agrandarse y achicarse. Ahora, en medio de la mudanza no se donde estará el vestido blanco. Ya lo recuperaremos.

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Ayer a la noche fuimos a lo de María y Oscar Algorta, que nos invitaban para empezar a festejar "en las vísperas". También estaban los Peverelli y lo pasamos en grande. Nos acordamos mucho de las andanzas por todo el país con cursos de orientación familiar. Éramos unos "chiquilines" audaces, empezando a criar a nuestros hijos y sin un peso en los bolsillos pero con una ilusión y unas ganas enormes de comernos el mundo. Hasta hoy nos seguimos encontrandos con amigos que tienen ahora nietos y que se acuerdan con agradecimiento de aquellos cursos.

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Al mediodía iremos a Misa juntos a Tres Cruces. Luego a comer a algún restaurant, que siempre hace ilusión. Y a las tres, Pelay nos invitó a una Bendición Solemne con un Lignum Crucis. ¿Qué tal? ¡Por todo lo alto!