Ahora sí, con un revoltijo de cajones y muebles por todas partes. Mudamos una casa a tres casas, Pinar, Del Campo y por ahora un depósito. Subo esta foto, con los nogales de Millán que ocultan parcialmente el lugar de tantas alegrías durante tantos años. ¿Se acuerdan cuando en el balcón de Pelay tuvimos a la Bechi de Jorge? La gente pasaba y no podía creer que de allí se sintieran los balidos del corderito.
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No se imaginan la cantidad de cosas que tiramos.Es que la casa grande fue durante añares sinónimo de depósito no siempre temporario de cosas de todos. Así que volveré a escribir cuando vea como me conectaré desde el Pinar, mi destino dentro de unas pocas horas.
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Ninguna saudade, todo alegrías.
14 comentarios:
Sí que hay saudades, pero de las buenas; de las que se producen por cosas lindas que ya han pasado.
Les deseo muchas nuevas alegrías en familia en su nuevo destino. ¿Será en el mismo Montevideo?
Un abrazo a todos por allá. Te esperaremos con paciencia, pero no nos olvides.
Pero allá donde vayas llevarás contigo cuanto seas.
Las cosas y las casas, pasan, yo también cambién de lugares y países muchas veces, con pena a veces.
Ahora sé que cuanto soy, quedó y me traje, por que dá el ser esa generosidad.
Gracias por tus palabras en mi casa y vuelve a escribir cuando puedas.
Abrazos y alegrías.
"Adiòs MIllan" Yo dirìa: siempre en el corazòn de toda la familia, de los que allì vivieron y de abuelos, tìos, primos y amigos.
Pensar en Millàn es recordar el maravilloso arbol del centro de del fondo con su casita de madera entre ramas para que los màs chicos jugaran; los partidos de futbol de los primos; los asados hechos por los muchachos con aquellas mesas interminables donde siempre faltaban sitios; la mesa de ping pong dentro de la barbacoa, de los "conciertos" de guitarra; de la banda de rock donde todavìa hay participantes que siguen ejecutando por los sitios màs lejanos; las fiestas que otros intregrantes de la familia hacìan allì;las participantes del Dìa de las Brujas;de quienes se reunìan para rezar; de la abuela Mona;de los bananos, de las flores, de la hermosa y acogedora glicina, a cuya sombra tantos pasaron ratos màs que agradables y , bueno, si siguiera esto no serìa un comentario pues todo lo que allì sucediò darìa pra un hermoso libro.
Pero el tiempo, los años y en fin, las cosas de la vida nos marcan caminos que valdrà la pena recorrer. Pero por supùesto siempre estarà en el recuerdo.
Alelo
Mucha suerte en la nueva casa, que pronto este llena de anecdotas alegres y, por si acaso, no olviden meter primero la sal. Un saludo
snif snif, y yo que estuve en febrero y no me despedí de la casa con toda la solemnidad requerida!!!
bueno, que se le va a hacer, tantos recuerdos buenos qeudarán...
salutti tuti
m
¡Ay, no sigan, que me da el saudade a mí que ni la conocí!
¿Ya se han cambiado? ¡felicidades! una familia asi llevará su sello donde quiera que estén.
Saludos
Hacía días que no entraba al blog, y me encontré con tan lindos comentarios de los cyberamigos de papá... Tienen razón. Mención especial para el tratado del Alelo. Ya habrá nuevas historias para disfrutar, tanto y más que en Millán.
Pelay
Ale: Ya iremos contando, pero por ahora como el caracol, con la casa a cuestas.
Juan
Susy:
Gracias por tus comenterios.
Juan
Alela:
Cuando nos vayamos a un apartamento, no podrá estar tan abierto, no sea cosa que se caigan por el balcón.
Pero igual nos arreglaremos.
Juan
Alelo:
Qué bueno que te acordaste del día de las brujas. Nos divertíamos mucho. Y recuerdo el día que Malala salió de recorrida!
Juan
Gracias Ma. Jesús. No olvidaremos la sal cuando lleguemos a la "sede" definitiva.
Juan
PS: ¿No estará contraindicada para mi hipertensión?
Martincho:
¿Te acordás cuando trajimos los famosos pollitos que pasaban por el tejido para lo de los vecinos, donde los esperaba la Pancha con la boca abierta y ellos iban entrando en fila?
Papá
Pelay:
Qué emoción tener un comentario de mi hija más dorada del mundo!
papá
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