martes, 24 de marzo de 2009

Don Alvaro


Ayer se cumplió un nuevo aniversario de la muerte de Don Álvaro Del Portillo. Con Elaisa, tenemos recuerdos de aquellos días que el paso de los años vuelve cada vez más nítidos. Estábamos en Roma, en la zona de los Castelli y próximos a Ciampino, el aeropuerto donde aterrizó el avión que lo traía esa noche de regreso de su peregrinación a Tierra Santa.


Don Ignacio Carrasco, que también formaba parte de la Asamblea del CPF, fue quien le dio la noticia al Cardenal López Trujillo, el que de inmediato la transmitió a todos quienes allí estábamos.


Esa misma tarde del 23, es la que se recoge en una secuencia del video, cuando Juan Pablo II fue a rezar frente a sus restos.


Nosotros fuimos la tarde del 24, y estuvimos rezando en la Iglesia Prelaticia hasta el momento en que le dieron sepultura en la Cripta, donde antes habían estado los restos de San Josemaría. Fue un tiempo de rezar por todos y cada uno de la familia y por sus intenciones, teniendo por seguro que ante nosotros estaban el cuerpo de un intercesor que nos conocía y nos quería.


A la semana siguiente, ya Semana Santa, recuerdo con más intensidad la audiencia con el Papa Juan Pablo II en el aula Paulo VI, cuando le llamó “Siervo bueno y fiel”, palabras conque la Escritura se refiere a los Santos.


Y también de esa audiencia, luego de acompañar al Papa hasta la salida, el regreso al Aula del actual Prelado, don Javier, y el aplauso atronador con que todos lo recibimos. Un aplauso –aplauso de paz y de cariño- de quienes con lágrimas del corazón, que no queríamos ni podíamos secar, manifestábamos a Don Javier nuestro agradecimiento por su fidelidad, primero junto a San Josemaría y luego junto a Don Álvaro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayer tuvimos la suerte de tener misa por en el polideportivo de la Universidad en honor a D. Alvaro, presidida por el Gran Canciller de la Universidad (o sea, el Padre), y fue espectacular. Unas 5000 personas. Belén y yo conseguimos sentarnos en las escaleras, lo cual fue una suerte, porque estaba lleno a tal punto que la mitad de la gente tenia que estar parada!
Increible.
Besos a todos desde Pamplona
Yo

maria jesus dijo...

Que buen testimonio. Yo tuve la suerte de estar en una tertulia en Retamar con él, un poco antes de morir. Un saludo