jueves, 17 de junio de 2010

Desde Cartillon

No todo fue de etiqueta. También hubo tiempo para pasear por la campiña del lugar y escuchar a Peco tocar la guitarra. Debe ser una canción de cuna porque Lorenzo -al fondo- parece muy dormido. (Me asombra la remera Polo. Es de Jakarta, así que saquen Uds. las cuentas)
Y su padre lo sacó a pasear por la "calzada de los gigantes". Que en realidad eran los fardos de ración para el próximo invierno. En cualquier esquina capaz que aparecía Gulliver a darles un susto. Una foto muy afortunada.


Según Eduardo, le vino bien al niño de bcn entrar en un establo, tocar las vacas y sentir el olor a ... "establo".

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