¡Vaya fitito!

Mirando el fb de Berni, me encontré con este Fitito que subió en su álbum de California. Enseguida me vinieron a la memoria los que tuvimos hace ya muchos años y muchos niños de por medio (pinchar acá) .

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Aunque lográbamos entrar unos cuantos allí dentro, no tenía el glamour de este convertible "hors série". Que pensándolo bien, hubiera permitido que algunos fueran "sentados en la borda" y todos más cómodos. Otra ventaja nada menor, hubiera sido el regreso del campo, con zapatos y otras cosas manchadas y cuidadosamente embadurnadas de lo que naturalmente pisan niños y grandes en un tambo.

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Pero que con auto cerrado, podría haber ocurrido lo que sucedió con aquel tanque que tenía Berni en la terraza de su dormitorio, con el fin de generar biogas para un mechero ecológico y orgánico. Recordarán que terminó con una gran explosión y la consiguiente lluvia de los lógicos restos.

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Pienso ahora en cualquier chispita dentro de aquellos fititos y "me corre un chucho".

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Me consuela un cuento similar que nos hacía Anouk Meyer del Renault 4CV de su padre, el Prof Lejeune. Cargado de niños, rumbo a Dinamarca, tierra de la mamá, al cruzar la frontera con abrir la ventanilla era suficiente para que el guardia los dejara pasar sin el más mínimo registro.

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Problemas de autos chicos, de muchos niños y de narices sensibles que no conocen tiempos ni fronteras.