Por la mañana fuimos a vacunar a Alvaro al Hospital Militar. Nos acompañó el Dr. Varela (jr.) que aparece en la foto muy apuesto y elegante. Si se mira con atención, sin embargo, se verá que uno de los bolsillos de la túnica está descosido. Y para seguir las tradiciones, arreglado con un leuco, faltaría más!.
Luego nos fuimos al consultorio de la tía Mónica, donde le dejamos un mensaje por su Santo en el pizarrón y aprovechamos a tomar la foto.
Luego nos fuimos al consultorio de la tía Mónica, donde le dejamos un mensaje por su Santo en el pizarrón y aprovechamos a tomar la foto.
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Finalmente las vacunas, necesarias para el examen de egreso de la primaria y soportadas por el paciente con varonil estoicismo. (comentarios soeces de hermanos celosos serán severamente censurados)
4 comentarios:
seguro que se puso a llorar...
y como papá está gaga, se lo llevó devuelta a casa...
¡estos niños!
Este cometario está censurado pero se me trancó la tecla de "fusilen al gordo" y no pude.
p.
y además volvió al cole a pesar del maestro gruñón Neighborhood que lo tiene amenazado.
feliz santo a la tía mónica!! además soy testigo de que apenas se acercó la enfermera con la jeringa de caballo, despuès de inyectarle a un chancho, y a una vaca y a un bichicome, le inyectó a alvarito ahí nomás... sin anestesia... y alvaro se la re bancó...
ja,
saludos
ta, viste, che ?
Martín me da la razón.
p.
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