jueves, 28 de agosto de 2008

Play swords.

A vuelta del colegio, Alvaro fue directo al cuarto de las herramientas. ¡El asunto era más importante que la computadora!. Intrigado fui a ver y se trataba de una espada de madera, acorde con las mejores tradiciones familiares en la materia, pero rota. Lo ayudé en la reparación (Taraservice S.A.) y luego me contó. Pertenecía a la banda de los de 4° y el niño y un amigo la rompieron de un fiero mandoble.
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Creo que por ahí hubiera quedado la cosa -unos críos de cuarto no se atreverían a protestarle a unos de sexto- si no fuera porque "como siempre" estaba husmeando por allí el maestro J.A.Neivorjud, nacido como Uds. bien recordarán en Quiebrayugos, Dpto. de Tacuarembó, pasando un poquito el campo de Zapará, lugar de tantos recuerdos castrenses.
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¡Si se enteran en su pago que lo bauticé Mr. Neivorjud le retiran el saludo! Y si escucha Mr. Neivorjud los adjetivos que le puso Alvaro, seguro que las penitencias "sin recreo" las terminan de pagar sus nietos.

4 comentarios:

martin dijo...

machazas luchas hemos protagonizado en el pinar, en millán, en juan lacaze, etc!!! las espadas eran casi élficas,y servían para piratas, asterixes, indios, caballeros medievales e incluso star wars...
y bueno, nos diveríamos sanamente, con un pedazo de madera...
no hacía falta nada más

j.a.varela dijo...

Claro Flaco. Es que siempre fuiste maestro en estas malas artes. Fijate que te gastaste todo un cerco en cuchillos que apenas llegabas al cole te los sacaban los maestros inoportunos.

Anónimo dijo...

Si.........Se acuerdan de los cuchillos que hacíamos con las maderitas del cerco de millán... Las afilabamos contra el muro de los vecinos... que demás!!!
Hablando de armas yo también me acuerdo cuando martín aprendió a tirar con arco y flecha... Siempre hizo alarde de su inteligencia y zagacidad...

j.a.varela dijo...

Ahora que me lo recuerdan... repondré un post de hace algún tiempo.